The Day Before You Came es casi un mini-película contada en primera persona, donde la protagonista relata con detalle obsesivo la rutina gris que vivía el día antes de conocer a alguien especial. Trenes que salen puntuales, montones de papeles por firmar, cigarrillos que se consumen sin pensar y capítulos de Dallas que pasan de largo; todo se repite como un reloj. Ella enumera cada paso con un “debí de” que revela lo poco que le importaba realmente su propia jornada: nada la sorprendía ni la emocionaba.
Lo fascinante es que nunca escuchamos qué ocurrió después de ese día. Con solo describir la monotonía previa, ABBA nos hace sentir el impacto invisible del encuentro que cambió su vida. La lluvia, el cigarro número siete y la novela que lee en la cama se convierten en el telón de fondo perfecto para resaltar lo extraordinario que fue conocer a esa persona. En otras palabras, la canción celebra cómo un solo instante puede colorear por completo un mundo que, hasta entonces, parecía en blanco y negro.