“I Got It Bad” describe la montaña rusa emocional de enamorarse a primera vista y perder por completo el control. Addison Rae confiesa que apenas cruzó miradas con él, todo acabó para su buen juicio: sabe que debería alejarse, pero corre a sus brazos. El chico solo llama de noche, la llama “baby” y maneja como un loco su Range Rover, pero ella está rendida. La canción juega con la dualidad placer-peligro: ese amor intenso la hace sentir bendecida y, al mismo tiempo, consciente de que podría arruinarle la vida.
En un tono divertido y sincero, la letra repite el mantra “Damn, I got it bad” para subrayar lo profundo de su obsesión. Entre fiestas que organiza esperando que él aparezca y la confesión de que se quedaría literalmente “sin piel” por él, Addison pinta un retrato pop de la atracción irresistible que todos hemos sentido alguna vez. El resultado es un himno pegadizo sobre rendirse al deseo incluso cuando sabemos que no es lo más sensato.