¿Te imaginas abrir tu corazón como si fuera un podcast familiar? Eso es exactamente lo que hace Adele en My Little Love, una carta-canción dirigida a su pequeño hijo. Entre susurros de cuerdas y coros de soul, escuchamos diálogos reales madre-hijo que nos hacen sentir dentro de su sala de estar. Cada “I love you a million percent” del niño ilumina un escenario de emociones gigantes donde caben tanto la ternura más pura como la tristeza más cruda.
La letra se apoya en tres pilares: 1) el amor incondicional de una madre, 2) la culpa por un matrimonio que termina y 3) la ansiedad de reconstruirse. Adele admite su confusión y su miedo a la soledad, reconoce que “mamá tiene mucho que aprender” y, aun así, promete aferrarse a la mano de su hijo para seguir adelante. Escucharla es estudiar vocabulario del corazón: desde expresiones de afecto (“my little love”) hasta confesiones de vulnerabilidad (“I feel very lonely”). En resumen, es un retrato honesto y conmovedor de cómo el amor maternal puede convivir con la fragilidad humana y convertirse en la fuerza que salva.