Ariana Grande y Liz Gillies convierten la clásica "Santa Baby" en un coqueteo navideño lleno de brillo pop. Con voces juguetonas, las artistas se dirigen a Santa como si fuera un cómplice dispuesto a concederles caprichos de lujo, pintando un cuadro festivo donde el amor propio y el humor se mezclan con la atmósfera cálida de la Navidad.
El mensaje es simple y divertido: la protagonista ha sido "muy buena" y quiere que Papá Noel lo reconozca con regalos grandiosos. Entre las peticiones destacan: • un abrigo de visón (sable) • un convertible azul cielo • un yate • la escritura de una mina de platino • adornos de Navidad comprados en Tiffany's • un anillo (no, no es para el teléfono)
La canción juega con la idea del deseo material, pero lo hace con una pizca de ironía y mucho encanto. Al final, más que ambición desmedida, lo que se respira es una celebración traviesa de la temporada y una invitación a soñar en grande bajo las luces del árbol.