¡Prepárate para acelerar la memoria! En "Glory Days", el australiano Ashton Irwin pinta con acordes de pop rock el retrato de una juventud desbordante de adrenalina, libertad y amistad: noches interminables en un coche alquilado, gritos por el bulevar y la sensación irresistible de que el mundo entero nos pertenece. Sin embargo, entre riffs enérgicos y coros pegadizos, el cantante desliza un matiz melancólico al reconocer que hoy, al crecer y pensar demasiado, aquellos momentos parecen un destello fugaz; una historia perfecta que recordamos con cariño y un pequeño nudo en la garganta al preguntarnos qué habría pasado si hubiéramos seguido igual de unidos. El tema celebra la euforia de los 21 años y, al mismo tiempo, nos invita a abrazar la nostalgia sin perder la chispa de ese niño interior que sigue "sobredosis de diversión".