Imagínate un día perfecto de verano: la arena calentita, el mar de fondo y un cóctel con sombrillita en la mano. Así suena Sippin' On Sunshine, el tema de la canadiense Avril Lavigne que cambia las guitarras rebeldes por vibras playeras y optimistas. En esta canción, la cantante compara el efecto de un beso con beberse un sorbo de sol; una sensación dulce, chispeante y adictiva que la deja "buzzin' like a beehive", es decir, feliz a más no poder.
La letra celebra ese amor ligero que te impulsa a vivir el momento: no hay planes, no hay prisa, solo la playa, la música y la persona que te pone en "cloud nine". Cada verso invita a dejarse llevar ("we'll go with the flow") y a repetir el plan una y otra vez, como si el verano fuera eterno. En resumen, es un himno de buen rollo que te recuerda que, cuando estás con la compañía adecuada, la vida sabe a limonada fría bajo el sol.