The Rose de la cantante estadounidense Bette Midler nos invita a contemplar el amor a través de una serie de metáforas poderosas. Algunas voces lo describen como un río que ahoga, como una navaja que hiere o como un hambre que nunca se sacia. Sin embargo, la propia narradora propone una imagen más luminosa: el amor es una flor y cada uno de nosotros es su única semilla. Con esta idea nos anima a vencer el miedo al dolor, el fracaso o la pérdida, pues quien nunca se arriesga a amar «nunca aprende a bailar».
La canción concluye con un mensaje de esperanza: incluso cuando la soledad se siente interminable y el camino parece demasiado largo, bajo la «nieve amarga» del invierno late una semilla esperando el calor del sol. Así, Midler nos recuerda que el amor necesita tiempo, valentía y cuidado para florecer; basta con creer en su proceso para que, llegado el momento, se convierta en la rosa.