¿Quién dijo que todas las baladas de Bon Jovi son declaraciones eternas de amor? This Ain’t A Love Song es justamente lo contrario: una confesión cruda de un romance que se marchitó como las rosas del primer verso. El narrador recuerda señales que ignoró —la mirada apagada de su pareja, aquel "buenas noches" que en realidad era un adiós— y admite entre lágrimas que jugó al sabelotodo enamorado. Con guitarras envolventes y un estribillo que se clava en la memoria, la banda neoyorquina convierte el desengaño en un himno que se canta a todo pulmón.
La canción gira alrededor de la idea de que el amor idealizado puede cegar. Entre recuerdos de fiestas de disfraces y sueños de “crimen perfecto”, el protagonista reconoce que aquello que creía invencible no era más que un espejismo. Cada “I’m wrong” es un golpe de realidad: si el río de lágrimas ya no corre o el dolor ya no sostiene la relación, entonces esto no es una canción de amor, sino un adiós definitivo. La lección es clara y potente: a veces decir que no es amor es la forma más sincera de querer avanzar.