En “Criminal”, Britney Spears nos cuenta la historia de una chica que, contra toda lógica, se enamora perdidamente de un chico malo: mentiroso, impredecible y perseguido por la ley. Aunque su madre y todo el mundo le advierten que él es tóxico, ella insiste en que su atracción es física e irresistible, casi como un hechizo. Entre guitarras con aire folk y la voz susurrante de Britney, la protagonista reconoce que ama a un villano sin escrúpulos, pero pide comprensión porque, pese a lo irracional, está convencida de que todo saldrá bien.
La canción mezcla romanticismo peligroso con un toque de rebeldía juvenil: ella se siente especial porque él lleva su nombre tatuado y decide ignorar las críticas de la gente. “Criminal” es un himno a las pasiones que desafían la razón, esas que nos hacen correr riesgos solo por seguir los latidos del corazón.