¿Puede un solo beso cambiarlo todo? En One Kiss, el DJ escocés Calvin Harris y la carismática Dua Lipa nos invitan a una pista de baile cargada de house noventero, luces neón y sentimientos que estallan a la velocidad de un latido. La letra gira en torno a la atracción instantánea: con apenas un beso, el narrador se imagina un universo de posibilidades, convencido de que él reúne todo lo que la otra persona necesita. Esta seguridad coquetea con la fantasía, mezclando la adrenalina de la noche (“music real loud”) con la ternura de querer prolongar la magia hasta el amanecer (“let me love you while the moon is still out”).
En medio de sintetizadores y un bajo contagioso, la canción resalta la idea de que la química física —sentir la piel, leer una sonrisa, dejarse llevar por el movimiento— puede encender algo casi celestial (“lit up heaven in me”). Esa chispa provoca insomnio y deseo, convirtiendo cada mirada en una puerta a un “wonderland”. One Kiss es, en pocas palabras, un himno a los comienzos: celebra la sencillez y el poder de un instante compartido que promete más aventuras, más ritmo y, sobre todo, más amor.