En esta oscura epopeya de doom metal, Candlemass nos lleva a un viaje casi cinematográfico: un cortejo de encapuchados avanza bajo la lluvia rumbo a Belén, guiado por una estrella profetizada. Durante generaciones han venerado la Piedra Negra, un objeto cargado de poderes arcanos que heredaban de padre a hijo. Sin embargo, la misma piedra que alguna vez utilizaron con fines siniestros ahora es ofrecida al recién nacido Salvador como símbolo de rendición y búsqueda de redención.
La canción mezcla mitología bíblica con fantasía oscura: recuerda a los Reyes Magos, pero en versión hechicera y tenebrosa. El líder del grupo entrega la piedra entre lágrimas, consciente del error de sus antepasados y confiando en que el niño liberará al mundo del hechizo. Tras cumplir su misión, los "black stone wielders" se desvanecen como sombras, dejando tras de sí la idea de que incluso el poder más corrupto puede encontrar luz cuando aparece la esperanza.