Chappell Roan nos invita a un viaje de pop dramático en “Good Luck, Babe!”. Aquí la protagonista se dirige a una amante que se niega a etiquetar la relación como amor. Entre versos llenos de ironía y deseo, la cantante reconoce que ella misma ha sido “la tonta”, pero también deja claro que los sentimientos no se pueden esconder. Con el estribillo “Good luck, babe… you’d have to stop the world just to stop the feeling”, Roan lanza una mezcla de reto y despedida: buena suerte intentando apagar algo que late con tanta fuerza.
La canción retrata la frustración de amar a alguien que prefiere excusas y aventuras rápidas antes que comprometerse. Sin embargo, lejos de ser un lamento triste, el tema se convierte en un himno de autoafirmación queer: “prefiero alejarme para encontrar a quien sí me llame ‘baby’ sin miedo”. Con imágenes pop (besar a “cien chicos en bares”) y un guiño de “te lo dije”, Chappell Roan transforma el desamor en un mensaje divertido y empoderador para todo aquel que se canse de las medias tintas.