Party Animal es un choque explosivo de ritmos caribeños: el dancehall jamaicano de Charly Black se encuentra con la energía latina de Luis Fonsi para encender la pista de baile. Desde el primer “Gyal wine up pon me body” hasta el “Báilalo, báilalo”, la letra pinta un escenario de carnaval nocturno donde los cuerpos giran, las caderas se sueltan y la música se apodera de todos. La mezcla de inglés, patois y español refleja la unión cultural que hace irresistible este tema: sonidos pegajosos, percusión vibrante y un estribillo que se queda atrapado en la cabeza.
La canción celebra a esa chica imparable que domina la fiesta. Él la llama party animal porque su forma de bailar es magnética, llena de emoción y sin un ápice de timidez. Entre tragos, luces y risas, el narrador confiesa que busca su compañía toda la noche, cautivado por su wine -el movimiento hipnótico de cadera típico del dancehall-. El mensaje es simple y contagioso: deja las preocupaciones fuera, suelta el cuerpo, vive el momento y conviértete en el alma de la fiesta hasta que amanezca.