“tiny Victories” de Christina Perri es un himno íntimo y esperanzador que celebra esas pequeñas batallas ganadas que muchas veces pasan desapercibidas. La cantautora norteamericana se mira al espejo y confiesa sus pensamientos más duros, esos que ponen a prueba la autoestima y la salud mental. Sin embargo, lejos de rendirse, convierte cada día en una oportunidad para reconocer que levantarse de la cama, mostrar el rostro al mundo o sostener su “espada” interior es ya una victoria diminuta que merece aplausos.
Entre imágenes de esferas emocionales que se rompen y cicatrizan, la canción nos recuerda que el progreso no siempre es visible: a veces el “indicador” apenas se mueve, otras veces sentimos un “bola de demolición” en el pecho. Aun así, Perri transforma esa vulnerabilidad en libertad: estar “un poco más rota” también la hace “un poco más libre”. Al final, el mensaje es claro y contagioso: si cada pequeña hazaña cuenta en la guerra interna que libramos, atesorar cada minúsculo triunfo se convierte en el secreto para seguir adelante con valentía y amor propio.