Cry Baby nos pone a bailar mientras cuenta una historia chispeante de empoderamiento y desamor. Clean Bandit se une al inconfundible toque electrónico de David Guetta y a la voz decidida de Anne-Marie para retratar a una protagonista que descubre la infidelidad de su pareja. Le marca el alto, le pone las maletas en la puerta y proclama: “No quiero un llorón en mi vida”. La mezcla de cuerdas, beats y coro pegadizo convierte el desengaño en un himno bailable que celebra la valentía de decir adiós.
Detrás del ritmo contagioso, la letra subraya varios mensajes clave: la importancia de respetarse a uno mismo, la necesidad de cortar las mentiras y la idea de que llorar no basta cuando ya se ha roto la confianza. El ex, ahora “cry baby”, derrama lágrimas de arrepentimiento, pero ella es firme: ya no es la misma chica, aprendió la lección y está lista para seguir adelante. Perfecta para practicar vocabulario sobre emociones y relaciones, esta canción demuestra que a veces la mejor respuesta a una traición es subir el volumen y bailar.