“I'm Gonna Love You” de Cody Johnson junto a Carrie Underwood es una declaración de amor tan inquebrantable como los fenómenos de la naturaleza que menciona. El narrador compara su afecto con certezas universales: las estrellas que iluminan la noche, las mareas que obedecen a la luna o los pájaros que emigran en invierno. Con cada imagen, refuerza la idea de que su amor es inevitable, constante y predecible incluso cuando el mundo se sacude o envejecemos.
La canción convierte lo cotidiano en poesía: recuerda que habrá nieve, lluvias de abril y hasta futuras canas, pero siempre habrá amor. Ese sentimiento es “tan bueno que casi duele”, firme “como un versículo de la Biblia”, y anima a la otra persona a apostar todo porque no hay forma de perder. En resumen, es un himno a la seguridad emocional y a la fe en un amor duradero que trasciende el tiempo y las dificultades.