¿Qué sucede cuando el eco de un simple “papá” se pierde en la distancia? En “Daddy”, Coldplay dibuja la melancolía de un niño que habla directo al corazón de su padre ausente. Con preguntas repetidas —“Daddy, are you out there?”— y pequeños destellos de inocencia —“Look Dad, we got the same hair”— la canción retrata la mezcla de ternura, confusión y esperanza de quien solo desea que su figura paterna vuelva a casa. Cada verso funciona como una ola que va y viene, recordándonos que la ausencia física puede doler tanto como cualquier herida visible.
Aun así, detrás de la tristeza late una luz de optimismo. El protagonista reconoce que su padre también sufre, y decide otorgarle perdón: “That’s okay, it’s okay, I’m okay”. De esta forma, “Daddy” se convierte en un recordatorio poderoso de la resiliencia infantil y de la necesidad universal de conexión familiar. Escucharla es embarcarse en un viaje emotivo que nos invita a reflexionar sobre nuestras propias relaciones y a valorar cada instante compartido con quienes amamos.