Hymn For The Weekend es un estallido de alegría donde Coldplay y Beyoncé convierten el amor en la mejor fiesta. A lo largo de la canción, la persona amada aparece como un “ángel enviado desde arriba” que rescata al cantante cuando se siente vacío y “seco como un río”. Cada sorbo de su amor lo eleva, lo emborracha de euforia y hace que “dispare” como un cohete por el cielo. El tema celebra esa sensación de fin de semana eterno en la que los problemas se quedan atrás y todo vibra como una gran symphony.
Las imágenes de “life is a drink, and love’s a drug” y “put your wings on me” muestran cómo el afecto puede transformar la rutina en algo casi mágico. Más que hablar de alcohol o drogas literalmente, el estribillo “drunk and high” subraya un estado de éxtasis emocional, ese subidón que llega cuando alguien especial ilumina tu mundo. En resumen, la canción es un himno a la gratitud y la celebración: brinda por el amor que levanta el ánimo, enciende las estrellas y convierte cualquier día gris en un colorido fin de semana. ¡Salud por eso!