Every Day More Wicked nos invita a sobrevolar Oz como si estuviéramos montados en una escoba verde y chispeante. El coro del pueblo clama: “¡Sálvanos de la malvada!” mientras el miedo se extiende como una ventisca. Glinda -la “buena buenísima”- representa la esperanza colectiva, la luz rosada capaz de romper el hechizo de terror. Entre susurros y calumnias, la figura de la bruja se pinta cada vez más oscura, y la gente se aferra a la magia protectora de su ídola rubia.
Pero, en un giro digno de un tornado, la propia “bruja” revela su verdadero plan: desenmascarar al Mago de Oz y demostrar que es un fraude. De pronto, lo bueno y lo malo cambian de lugar y la canción se convierte en una crítica a la propaganda y a los juicios apresurados. ¿Quién es realmente el villano? ¿Quién manipula el relato? La letra nos anima a cuestionar las etiquetas, a mirar más allá de los colores brillantes y a descubrir que la verdad puede ser tan poderosa como el hechizo más fuerte.