¿Te imaginas bailar en un salón de cristal mientras todo a tu alrededor se derrumba? Esa es la esencia de As The World Falls Down, la balada de David Bowie que suena en la película Labyrinth. Con imágenes celestiales -poner el cielo en tus ojos o colgar la luna en tu corazón- Bowie describe un amor que se vuelve refugio cuando la realidad pierde sentido. La canción retrata a dos desconocidos que, pese al caos exterior, deciden enamorarse y crear su propio universo de mañanas doradas y noches de San Valentín.
As The World Falls Down combina melancolía y esperanza. La letra habla de la tristeza y la confusión que llegan cuando “cada emoción se desvanece”, pero también promete compañía incondicional: “estaré allí para ti”. Así, Bowie nos invita a creer que el amor puede ser un acto de magia capaz de detener el tiempo, pintar el cielo y ofrecernos un lugar seguro incluso mientras el mundo se desmorona.