Heart Attack de Demi Lovato es un grito pop que mezcla poder y vulnerabilidad. La cantante confiesa que siempre ha tenido el control: consigue lo que quiere, juega con los pretendientes como si fueran muñecos Ken y ni siquiera se despeina. Sin embargo, frente a esa persona especial, toda su seguridad desaparece. De pronto quiere arreglarse, pintarse las uñas y oler a perfume, pero al mismo tiempo siente pánico de mostrar sus verdaderos sentimientos. Su solución: levantar muros y “poner sus defensas en alto” para no enamorarse y evitar un “ataque al corazón”.
La canción retrata el clásico miedo a amar. Lovato compara la pasión con volar demasiado cerca del sol, evocando la leyenda de Ícaro; prefiere “dormir” sus emociones antes que quemarse. Cada nota y cada “I think I’d have a heart attack” sirven como recordatorio de que el amor puede ser tan adictivo como aterrador. Así, la artista de Estados Unidos convierte la ansiedad romántica en un himno bailable que nos anima a cuestionar nuestros propios temores y a decidir si vale la pena derribar las barreras del corazón.