“I Love Me”, de la artista estadounidense Demi Lovato, es un grito pop de amor propio cargado de humor y honestidad. La cantante confiesa cómo las revistas, las redes y las voces en su cabeza la empujan a compararse y a sabotearse: “soy cinturón negro para golpearme a mí misma”. Entre referencias a los Jedi y haters que “deberían pagar alquiler” dentro de su mente, Demi se ríe de sus inseguridades y se pregunta con insistencia cuándo bastará con quererse tal cual es.
En este tema, Lovato convierte la auto-crítica en fuerza para celebrar su valor interior. Reconoce que es experta en dar amor a otros, pero descubre que la misión real es apuntar ese cariño hacia sí misma, porque “su corazón es el único que tendrá toda la vida”. Con un estribillo pegadizo y una actitud desafiante, la canción anima al oyente a apagar la autodestrucción, aceptar los errores del pasado y recordarse que, incluso en los días de olvido, seguimos siendo un “diez de diez”.