¿Qué pasa cuando la fama y la lucha interna chocan? En Sober, Demi Lovato abre su corazón para confesar una recaída en su batalla contra las adicciones. La canción es casi una carta abierta: la artista pide perdón a su familia, a sus fans y a sí misma por “no estar sobria”. Cada verso vibra con vulnerabilidad y honestidad, mostrando el cansancio físico (“cold sweats”) y emocional (“I’m dying inside”) de quien intenta mantenerse fuerte, pero se siente sola en medio del caos.
A lo largo del tema, Demi alterna entre la culpa y la esperanza. Reconoce patrones que se repiten (“I do it every time”), pero también promete buscar ayuda y volver a levantarse. De ese modo, Sober no solo es un grito de disculpa, sino también un recordatorio de que la recuperación no siempre es lineal. La canción invita al oyente a sentir empatía, a entender que incluso los ídolos son humanos y que, con apoyo y sinceridad, siempre hay una oportunidad de empezar de nuevo.