Useless nos sumerge en la parte más cruda de una relación que se agota. Con el característico sonido electrónico-industrial de Depeche Mode, la voz del narrador estalla en reproches: «Todo mi consejo inútil, todo mi deambular…». Es un momento de ultimátum: el tiempo se acaba, el reloj marca cada segundo de frustración y el protagonista siente que sus esfuerzos no valen nada, mientras su pareja se aferra a «ideales estúpidos» y vive «con la cabeza en las nubes».
Entre golpes de batería y guitarras distorsionadas, la letra retrata la desesperación de alguien que ya no sabe cómo hacerse escuchar. Las imágenes de relojes que se frenan, puños en la cara y un «amargo sabor» construyen un diálogo de sentimientos heridos. En el fondo, Useless habla de lo doloroso que es ver que el amor se convierte en un intercambio de culpas: uno quiere que el otro toque tierra; el otro se siente acusado y agotado. El resultado es un choque de mundos donde el consejo termina siendo «inútil» y ambos quedan atrapados entre la rabia y la resignación.