Dua Lipa nos invita a reírnos de nuestras propias contradicciones amorosas. En Good In Bed la cantante canadiense describe una relación en la que la comunicación es un caos total, las promesas se rompen a cada rato y las discusiones se repiten sin fin. Sin embargo, en cuanto las manos tocan la cintura, todo ese drama desaparece y la pasión prende como pólvora. Entre coros que repiten “bad, bad, bad” y “mad, mad, mad”, la artista celebra ese magnetismo físico que los mantiene unidos pese a lo tóxico de la situación.
El tema combina humor pícaro y un toque de autocrítica para recordarnos que, a veces, la atracción puede pesar más que la razón. Good In Bed se convierte así en un himno moderno para quienes se debaten entre el placer y la cordura: saben que el romance les enloquece, pero regresan una y otra vez porque, al menos bajo las sábanas, la conexión sigue siendo irresistible.