Ellie Goulding, la cantautora británica que mezcla pop electrónico con toques folk, nos sumerge en "Guns and Horses" en una aventura romántica donde el amor se siente como una misión llena de adrenalina. Ella observa a una persona silenciosa pero veloz, alguien que ya ha salido quemado de antiguas batallas sentimentales. Frente a esa coraza, Ellie propone unir fuerzas con dos símbolos de poder y libertad —las pistolas y los caballos— para enfrentarse juntos al miedo y a la desconfianza. Al dejar su casa con la puerta abierta, declara que está dispuesta a todo: absorber el dolor ajeno, borrar cicatrices y demostrar que cada fuego deja una lección.
Más allá del ritmo enérgico y la dulzura de su voz, la canción refleja la vulnerabilidad de las relaciones modernas: él la descubre en una pantalla, ella quisiera vivir sus emociones por los dos, y ambos necesitan "limpiar" lo que sienten para descubrir quiénes son de verdad. El mensaje final brilla como las estrellas que Ellie ve en la oscuridad: el amor implica valentía, riesgo y empatía, pero acompañados se puede cabalgar cualquier terreno y disparar contra los temores hasta que ya no duelan.