River es una confesión a corazón abierto donde Eminem convierte sus errores sentimentales en poesía cruda, mientras Ed Sheeran le presta un estribillo que suena a absolución. La letra nos mete de lleno en un triángulo amoroso lleno de engaño, deseo y culpa: Marshall se ve atrapado entre la tentación y las consecuencias reales de sus actos (embarazo incluido). Cada verso repasa sus propios pecados —ser liar, thief, lover, cheat— y se pregunta si existe redención cuando la verdad cae como lluvia sobre todos los involucrados.
El river del título actúa como metáfora de limpieza espiritual: el rapero quiere que esa agua se lleve la vergüenza, aunque sabe que el dolor permanecerá. Entre reproches, grabaciones caseras y discusiones intensas, la canción retrata lo complicado que es asumir la responsabilidad por nuestros actos y cómo el amor puede convertirse en un campo de batalla emocional. En pocas palabras, River mezcla confesión, drama y arrepentimiento en tres minutos que suenan a catarsis y que demuestran que hasta las superestrellas necesitan pedir perdón.