Cuando suenan las campanas de la catedral, todo está bien. Así resume Everything But The Girl (dúo británico encabezado por Tracey Thorn) el núcleo de When All’s Well: un refugio emocional que dos amantes construyen pese a saberse imperfectos. “No somos puros ni correctos”, confiesan, pero cada noche vuelven a buscarse porque, entre rumores, inviernos fríos y mentiras, su vínculo late con la fuerza solemne de unas campanas que anuncian paz. La canción celebra ese milagro cotidiano: aceptar nuestras grietas y, aun así, encontrar en el otro una fe casi sagrada.
Melódicamente suave y cálida, la letra alterna sombras y luz. Por un lado, enumera defectos, egoísmos y engaños; por otro, levanta la imagen casi espiritual de un amor que resuena alto sobre el ruido: “My love is like cathedral bells”. El tema invita a los estudiantes de español a explorar cómo el inglés poético describe la contradicción humana y cómo la música convierte la vulnerabilidad en esperanza. Bailar, cantar y aprender vocabulario nunca se sintió tan reconfortante.