¡Imagina un capitán atrapado en una tormenta de pensamientos negativos y autoestima por los suelos! Así suena What A Catch, Donnie, una balada confesional en la que Fall Out Boy abre su bitácora emocional. La voz narra la lucha interna de alguien que se siente “un gran premio” cargado de problemas, mientras observa cómo las relaciones y hasta el mundo parecen naufragar. El verso “They say the captain goes down with the ship” compara el hundimiento del barco con la posibilidad de perderlo todo, incluida la fe en uno mismo y hasta en Dios. Entre la culpa, la autocrítica y el deseo de ser rescatado, el protagonista se pregunta si realmente puede mantenerse a flote o ya está destinado a hundirse.
En la recta final ocurre algo épico: surge un collage de coros que cita antiguos éxitos de la banda (“Sugar, We’re Goin Down”, “Dance, Dance”, “Thanks For The Memories”…). Estos guiños funcionan como bengalas de auxilio lanzadas por sus amigos músicos, recordándole que no está solo. La canción celebra la amistad y el apoyo mutuo como salvavidas frente a la depresión, al tiempo que rinde homenaje a la trayectoria de Fall Out Boy. En resumen, es un himno melancólico pero esperanzador que nos enseña que incluso los marineros más confundidos pueden encontrar compañía en alta mar.