¿Listo para sumergirte en un océano lleno de ritmo y peligro? "Sharks" compara el mundo actual con aguas infestadas de tiburones: jefes ambiciosos, amigos que no lo son tanto y circunstancias que huelen la sangre del más débil. Con un beat que hace latir el corazón, Dan Reynolds nos recuerda que primero estás dentro y luego fuera, que pasas de hot a cold en un abrir y cerrar de ojos y que, si parpadeas, ya estarás nadando entre depredadores.
La metáfora es clara: los tiburones representan a quienes se aprovechan de tu bondad y tus miedos. El estribillo insiste en que nadie está a salvo y que, aunque creas ser diferente, terminas jugando el mismo juego de supervivencia. Sin embargo, la canción también es una invitación a mantener la cabeza en alto, a girarla sin parar ("put your head on swivels") y a brillar como luz en la oscuridad. En pocas palabras, "Sharks" es un recordatorio potente y energético de que, en la vida, lo importante no es temerle al agua sino aprender a nadar con confianza entre los tiburones.