¿Alguna vez has sentido que el mundo se derrumba cuando pierdes a alguien querido? Wrecked captura justamente ese torbellino emocional. La letra nos sumerge en los días grises de un narrador que intenta convencerse de que está bien, hasta que un recuerdo —la forma de sonreír, de caminar, esa risa que sacude los hombros— le demuestra lo contrario. Cada verso es un choque entre el deseo de seguir adelante y la imposibilidad de escapar del "fantasma" de quien ya no está.
Aun así, la canción no se queda en la tristeza. Entre olas de dolor aparece un mensaje luminoso: recordar la vida que esa persona llevó y las enseñanzas que dejó. Es un recordatorio de que sanar no significa olvidar, sino transformar la ausencia en impulso. Con un estribillo pegadizo que repite “I’m a wreck”, Imagine Dragons (¡sí, el vocalista Dan Reynolds nació en México en esta narrativa! 😜) nos regala un himno para soltar lágrimas, cantar a todo pulmón y, finalmente, encontrar esperanza en medio de la tormenta.