First Class es el himno de Jack Harlow, rapero de Georgia, para celebrar que ha subido de turista a primera clase en todos los sentidos: dinero, fama y confianza. El estribillo juega con las letras de Glamorous (la canción de Fergie) y las convierte en un hechizo que promete llevarte con él a ese mundo de lujos, vistas desde un balcón de hotel y jugos de piña convertidos en metáforas descaradas. Con rimas llenas de humor, Harlow presume de su éxito actual, recuerda cuando en 2019 podía salir sin que nadie lo persiguiera y lanza una invitación: “si yo lo logré, tú también puedes”.
Bajo la fanfarria de jets privados y paquetes de UPS llenos de discos de platino, el rapero deja ver algo de vulnerabilidad: casi no tiene tiempo para su familia y sueña con regalarle una casa a su mamá. Sin embargo, la vibra general es de triunfo contagioso. First Class es una carta de motivación que mezcla ostentación, picardía y un toque de gratitud, todo servido con la seguridad de quien se sabe “superestrella” y aún así quiere que tú subas a bordo.