¿Alguna vez has sentido que la belleza de alguien merece estar colgada en un museo? En "MONA LISA" J-Hope convierte a esa chica especial en una obra de arte viviente: su rostro es "un lienzo", su sonrisa brilla como diamantes y su presencia amenaza con provocar un choque de lo impresionante que resulta. Entre ritmos vibrantes y un estribillo pegajoso, el rapero coreano celebra la atracción inmediata que siente por las chicas bonitas, seguras de sí mismas e independientes, repitiendo como un mantra que «le gustan sus chicas» así.
Pero detrás de los halagos hay algo más profundo. J-Hope admira cómo ella mantiene su propio ritmo, tiene su "propio cheque" y aun así sabe darle paz y confianza. La metáfora de la Mona Lisa alude no solo a la belleza clásica sino también a la enigmática seguridad que desprende una mujer que no necesita validación externa. Con esta canción, el artista nos recuerda que el verdadero encanto combina apariencia, actitud y autonomía. ¡Prepárate para tararear el estribillo y, de paso, aprender vocabulario sobre arte, moda e independencia!