¿Alguna vez has terminado una relación y, pese a todo, has querido conservar la complicidad con esa persona? Friends de Justin Bieber —el artista canadiense que conquistó al mundo— junto a BloodPop® captura justo ese momento incómodo pero lleno de esperanza. A lo largo de la canción, el protagonista llama para saber cómo está la familia de su ex, si consiguió ese trabajo o logró vender el coche que le daba problemas. Entre preguntas cotidianas se esconde la verdadera intención: descubrir si existe espacio para una amistad sincera tras la ruptura.
Con un ritmo pop electrónico pegajoso y letras directas, la canción explora la línea delgada entre el pasado romántico y un posible futuro amistoso. El estribillo "Can we still be friends?" se repite como un mantra que mezcla vulnerabilidad y optimismo: la relación amorosa pudo terminar, pero los buenos recuerdos siguen presentes. Al final, Friends nos invita a reflexionar sobre la madurez emocional necesaria para aceptar el final de una etapa sin renunciar al vínculo afectivo, planteando una idea simple pero poderosa: a veces, lo importante no es volver a ser pareja, sino no perder para siempre a alguien que significó mucho.