“Shadow of the Day” de Linkin Park, la banda de rock alternativo originaria de Estados Unidos, nos sumerge en un momento íntimo de despedida. El protagonista cierra cerrojos y persianas, como si quisiera aislarse del mundo antes de enfrentar una realidad inevitable: a veces la única solución es decir adiós. Con una melodía suave y envolvente, la canción pinta el atardecer como un símbolo del final de un ciclo, mientras el “shadow of the day” cubre todo de gris y nos recuerda la tristeza que acompaña los cambios importantes.
Aun así, la letra no se queda en la pérdida. Entre tarjetas y flores que los amigos dejan en la ventana, late la idea de que los finales también anuncian comienzos, aunque no sean sencillos. La puesta de sol puede ser melancólica, pero también marca la promesa de un nuevo amanecer. Así, la canción mezcla nostalgia y esperanza, invitándote a aceptar la transición y encontrar luz incluso en los momentos más grises.