¿Dónde están esos perfect places que promete la noche? En esta canción, Lorde nos invita a acompañarla por una serie de fiestas donde cada copa, cada baile y cada altavoz al límite se vuelve un intento de escapar de la rutina, los titulares deprimentes y la presión de ser joven. Entre luces exteriores y amaneceres confusos, la cantante neozelandesa confiesa que se siente “on fire”, aunque al mismo tiempo vacía, tratando de llenar ese hueco con música a todo volumen y besos fugaces.
Sin embargo, cuanto más busca esos lugares perfectos, más se pregunta si realmente existen. La letra refleja el lado dulce y amargo de la juventud: la adrenalina de sentirse invencible, la vergüenza de no saber a dónde ir y la melancolía de ver cómo se desvanecen los héroes que antes inspiraban. Perfect Places es, en el fondo, un recordatorio de que la perfección quizá no sea un sitio físico, sino el momento compartido en la pista de baile con gente que, al menos por esa noche, entiende nuestro caos.