Selfish es el desahogo sincero de Madison Beer, una confesión pop donde reconoce que ha estado intentando remendar a un novio que no se deja ayudar. Durante casi dos años, la cantante soporta promesas rotas, noches de fiesta vacías y mentiras que terminan por pasarle factura a su corazón. Con frases como “no quiero romper tu hilo y aguja” deja claro que ya no piensa coser las grietas de alguien que ni siquiera puede arreglarse a sí mismo.
En esta canción, Madison transforma su dolor en poder: acepta que amar a alguien tan egocéntrico fue un error, se libera de la culpa y coloca límites firmes. El coro repetitivo subraya la idea central: “siempre supe que eras demasiado egoísta”. Así, Selfish se convierte en un himno de autovaloración que anima al oyente a dejar atrás relaciones tóxicas y asumir que cada quien es responsable de sus propios “obstáculos fabricados”. Perfecta para practicar vocabulario emocional mientras te inspiras a quererte un poco más.