H.A.T.E.U. es la confesión a corazón abierto de Mariah Carey cuando el cuento de hadas se convierte en pesadilla. La cantante recuerda un amor que juró ser eterno, pero que terminó en un ring de boxeo emocional: golpes de orgullo, lágrimas en casa y un silencio que noquea. Entre ritmos suaves y susurros, Mariah repite I can’t wait to hate you porque necesita transformar el dolor que siente al extrañar a su ex en la chispa de un odio que la libere.
En cada verso, la frustración choca con la nostalgia. Cambia su número, planea mudarse y asegura que ya no llamará… pero admite que, en el fondo, todavía desea abrazarlo. El tema es un himno para cualquiera que haya querido borrar a alguien de su vida y haya descubierto que el verdadero enemigo no es la otra persona, sino los propios sentimientos que se resisten a despedirse.