¿Alguna vez has vuelto a un lugar que antes rebosaba alegría para descubrir que ahora solo guarda silencios? Esa es la fotografía emocional que Martin Garrix, el talentoso DJ neerlandés, pinta junto a la voz melancólica del australiano Dean Lewis en “Used To Love”. En sus versos, recorremos un viejo escenario donde los recuerdos aún suenan con la fuerza de Springsteen: manos entrelazadas, bailes en la oscuridad y ese sentimiento de que hogar podía ser cualquier parte mientras la otra persona estuviese cerca. Sin embargo, el estribillo repite la verdad ineludible: no podemos volver a amar como antes.
La canción captura el duelo de una relación que se extinguió sin borrar la huella que dejó. El yo lírico lucha contra la soledad, trata de ganar algo de tiempo y corre, literalmente, de un vacío que no lo suelta. Entre nostalgia y aceptación, el tema nos recuerda que el amor vivido deja una marca imborrable en la sangre y en la mente, incluso cuando las luces se apagan y la fiesta terminó. Con una combinación irresistible de electrónica emotiva y letra confesional, Garrix y Lewis convierten el dolor del adiós en un himno para cualquiera que haya querido presionar «rebobinar» en su propia historia.