En “LEECHES”, Melanie Martinez compara a las personas tóxicas con sanguijuelas que se cuelan en su jardín interior para alimentarse de su energía. Las imágenes de sangre, huesos y ríos de lágrimas pintan un escenario oscuro donde esos seres oportunistas se benefician del dolor ajeno. Cada verso desprende la sensación de estar rodeada por individuos "babosos y superficiales" que hablan fuerte para parecer importantes y obtener algo a cambio.
Aun así, la canción tiene un matiz liberador: al identificar a estos parásitos, la narradora les pone límites. Al preguntarse “¿cuánta sangre puedes extraer de una carne que no es tuya?”, subraya que nuestra esencia no les pertenece. El mensaje final anima a reconocer a quienes nos drenan, proteger nuestro espacio y conservar la fuerza vital que nos hace únicos.