TOXIC es el grito confesional de MEOVV, un joven artista indonesio que mezcla pop y R&B con una honestidad brutal. Desde el primer verso, nos mete en un amor adictivo de sabor agridulce: tan dulce que no se puede soltar, tan amargo que quema. Él reconoce que la relación es un “viaje sin luces” y aun así pisa el acelerador, cegado por la necesidad de sentirse completo junto a esa persona que lo desarma. La canción vibra con contradicciones: “No puedo vivir sin ti, pero juntos somos veneno”, resume esa tensión que todos hemos sentido alguna vez cuando el corazón le gana a la razón.
Entre promesas rotas, peleas y reconciliaciones, el cantante revela que ambos juegan el mismo juego peligroso. Son cómplices de un romance que se aleja y regresa como una montaña rusa, donde el “nunca más” dura solo hasta el próximo abrazo. Al final, MEOVV acepta la dualidad: ni cielo ni infierno se sienten igual sin su otra mitad. TOXIC es, pues, el retrato de dos almas que se reconocen imperfectas y se aferran a su propio caos, recordándonos que el amor puede ser una dulce adicción… y una gema difícil de soltar.