¿Alguna vez has sentido que el mejor secreto del mundo está justo detrás de una puerta cerrada? En "Shame", la cantautora nacida en Japón Mitski nos invita a ese espacio oculto donde el placer se repite como un mantra: It feels so good. La puerta se convierte en frontera; adentro, la conexión es tan intensa que parece infinita, mientras afuera nadie tiene idea de lo que está ocurriendo. Esa dualidad entre lo íntimo y lo público crea una sensación de adrenalina y clandestinidad que envuelve toda la canción.
Al mismo tiempo, la artista confiesa sus inseguridades —"I never was very good"—, pero descubre que con la persona correcta no necesita nada más. La vergüenza del título brota de la mirada externa que podría juzgar, no del sentimiento en sí. Así, Mitski celebra la libertad de ser vulnerables y auténticos cuando estamos a solas con alguien que nos entiende, recordándonos que a veces lo más genuino y poderoso ocurre lejos de los reflectores.