Flames es un dueto explosivo en el que MOD SUN y Avril Lavigne convierten un amor obsesivo en una hoguera que nunca se apaga. Desde el primer verso, la canción clama I still burn for you y nos sumerge en un torbellino de deseo que arde con la misma intensidad que el sol. La voz de ambos artistas confiesa una adicción emocional tan dulce como peligrosa: hablar de la otra persona todo el tiempo, sentir que cada encuentro es un combustible nuevo y aceptar que, aunque queme, no pueden dejar de acercarse al fuego.
El tema usa la metáfora de las llamas para mostrar cómo la pasión puede iluminar y consumir al mismo tiempo. Encender un fósforo y ponerlo sobre su propio nombre simboliza la culpa compartida de avivar ese incendio que acaba reduciendo todo a cenizas. Entre palmeras que arden y copos de ceniza cayendo como nieve, la narración oscila entre la atracción irresistible y el arrepentimiento. El mensaje final es claro: hay amores que prefieren arder antes que apagarse, incluso si eso significa quedar envueltos en un resplandor destructivo.