«Science» de Niall Horan nos invita a mirar nuestros tropiezos emocionales como si fueran un experimento de laboratorio. El cantante irlandés describe la sensación de tocar fondo (suelo “de piedra fría”), sentirse anestesiado y querer escapar del ruido interior. Sin embargo, la canción recuerda que todavía hay un “latido en tu pecho” y que esas reacciones son tan naturales como las leyes físicas: es solo ciencia. En vez de temerlas, podemos observarlas, bailar solos si hace falta y esperar el próximo día de sol.
La letra funciona como un manual de primeros auxilios emocionales: cuando el mundo parezca un diluvio y tu mente se llene de pensamientos, no olvides que “no estás solo”. El mensaje es claro y optimista: reconocer el peso de la realidad no significa dejarse aplastar por él. Aceptar la ciencia de las emociones —que los altibajos son parte de estar vivo— abre la puerta a la resiliencia, al movimiento y, por supuesto, a la música.