¿Te imaginas arrojar una moneda a una fuente y que, en lugar de oír un ‘¡plin!’, escuches un mensaje de esperanza? Así se siente “Coins in a Fountain”, del cantautor inglés Passenger. A través de metáforas luminosas, el artista coloca a tres grandes protagonistas en el escenario: miedo, esperanza y amor. El miedo es oscuro y acecha como un tiburón en lo más profundo del mar; la esperanza, en cambio, es un árbol que se aferra incluso a la montaña más árida. Pero el verdadero motor de la canción es el amor, descrito como linterna, isla, brisa, fogata y hasta último pájaro invernal. Con cada imagen, Passenger nos recuerda que el amor ilumina, rescata y da calor aun en las noches más frías.
Al cantar que “love is the only song I’ll sing”, el compositor declara que, pese al veneno del odio, la melodía que vale la pena entonar es la del amor: la mejor medicina contra la oscuridad. La canción se convierte así en un canto de resiliencia que nos anima a transformar el miedo en luz propia, plantar esperanza donde “no crece la hierba” y dejar que el amor sea la fuerza que nos mantenga a flote. ¡Una invitación poética a soltar las monedas del miedo y sumergirnos en la fuente infinita del amor! 🎶