«Staring At The Stars» es un retrato crudo y, al mismo tiempo, irónicamente tierno de una generación que pasó de soñar con tocar el cielo a conformarse con mirar las luces lejanas desde la acera. Passenger, cantautor inglés conocido por su mirada aguda y su voz rasgada, enumera hábitos cotidianos –cigarros, Red Bull, televisión basura, porno en línea y cervezas– como si fueran postales de una rutina que anestesia la esperanza. Entre manchas de tabaco y ojeras marcadas, los protagonistas se refugian en placeres instantáneos mientras recuerdan que, alguna vez, los maestros les dijeron que podían lograrlo todo.
La canción funciona como una llamada de atención: nos muestra el peso de la decepción, pero también la nostalgia de aquellos días en que las estrellas parecían estar al alcance de la mano. El estribillo «Tie your scarf on tight, it’s to be a cold night» sugiere que el futuro puede ser gélido si seguimos dejando que la inercia y los “qué pasaría si” nos encadenen. Con un humor sombrío pero honesto, Passenger nos invita a preguntarnos qué haríamos si realmente creyéramos, otra vez, que podemos llegar a cualquier parte.