¿Se puede despedir un amor entre risas nerviosas y silencios incómodos? En You Go Your Way, Perrie nos invita a subir al coche de una pareja que conduce rumbo a un adiós inminente. Entre el sonido de los neumáticos y el latido acelerado, ambos repiten como mantra: “You go your way, I’ll go mine. Okay, okay, okay”. Esa frase funciona como cinturón de seguridad emocional que evita el choque frontal de los sentimientos: hay espacio, incomodidad y un miedo real a decir lo que duele. Sin embargo, cada “okay” es un intento de convencerse de que la separación será tan simple como elegir direcciones opuestas en un cruce de caminos.
Aun así, la canción no se queda en la melancolía. Perrie mezcla vulnerabilidad y optimismo para recordarnos que soltar no siempre es sinónimo de perder. Entre confesiones de terror (“Shit, I’m scared about it”) y bromas torpes que aligeran la atmósfera, la artista imagina un futuro donde ambos mirarán atrás dentro de cinco años y sonreirán. El viaje habla de aceptarse, de encontrar el propio “way” y de animar al otro a “go on and get over me”. En resumen, es una balada de ruptura que suena a liberación: duele ahora, pero promete un horizonte luminoso donde cada quien descubre su mejor versión al volante de su propia vida.