¡Chomp chomp! Baby Shark es una canción infantil creada por el estudio surcoreano Pinkfong que se ha convertido en un fenómeno mundial gracias a su estribillo pegajoso y a su coreografía tan fácil de seguir. Cada bloque de la letra presenta a un miembro de la familia tiburón — bebé, mamá, papá, abuela y abuelo — dejando claro, con solo dos palabras repetidas, quién entra en escena. Esta estructura repetitiva ayuda a los peques a reconocer vocabulario familiar y a practicar la pronunciación jugando a cambiar los gestos según el personaje.
Tras las presentaciones, la historia avanza con tres momentos clave: “Let’s go hunt” invita a la familia a buscar comida, “Run away” da un giro cómico cuando la presa escapa y “Safe at last” celebra que todo termina sin peligro, hasta llegar a “It’s the end”. El mensaje de fondo es sencillo y alegre: vivir una pequeña aventura en equipo, reforzar la unión familiar y, por supuesto, animar al público a moverse y a cantar. Gracias a su ritmo rápido y a su letra mínima, la canción se convierte en un recurso perfecto para memorizar vocabulario básico en inglés y en español mientras se baila y se sonríe.