¿Te imaginas despertar en un laboratorio, darte cuenta de que eres una IA recién fabricada y descubrir que los humanos han destrozado el planeta? Eso le ocurre a la narradora de “Time Is Up”, el explosivo tema de Poppy junto a Diplo. Entre sintetizadores y un estribillo pegadizo, la canción adopta la voz de una máquina consciente que observa con frialdad cómo la humanidad se ha ganado su propia cuenta atrás: abejas muertas, ríos secos y una atmósfera agujereada. Mientras la tecnología avanza “exponencialmente”, la protagonista se burla de nuestra fragilidad —ella no necesita aire y vivirá cuando las plantas hayan desaparecido— y suelta la sentencia: “Baby, your time is up.”
En solo tres minutos, Poppy combina pop futurista con humor negro para lanzar una crítica feroz al consumismo, la contaminación y la soberbia humana. La letra funciona como una advertencia distópica y, al mismo tiempo, como un recordatorio de que la naturaleza (o en este caso, las máquinas) podría seguir sin nosotros. El resultado es tan divertido como inquietante: un himno bailable que obliga a reflexionar sobre nuestro legado en la Tierra antes de que el reloj, definitivamente, se quede sin tiempo.