En 'Come Wake Me Up', Rascal Flatts nos sumerge en el crudo desvelo del desamor. El protagonista confiesa que, normalmente, el alcohol, la televisión o incluso un cigarrillo bastarían para anestesiar el recuerdo de su ex pareja, pero esa noche nada funciona. Cada memoria arde como un incendio que crece sin control, y él se queda atrapado 'en las llamas' de su propio amor, deseando que ella vuelva para apagar el fuego.
La canción combina metáforas intensas con un clamor desesperado: cerrar los ojos, soñar que todo fue una pesadilla y pedirle a la otra persona que lo despierte de ese sueño. Aunque sabe que ella ya siguió adelante, él se aferra a la esperanza de un tropiezo del destino que los reúna. Con esta balada country-pop, la banda convierte la tristeza en un himno apasionado que todos hemos sentido alguna vez cuando el corazón tarda más que la cabeza en decir adiós.